
En la cocina, hay pequeños secretos que transforman un plato cotidiano en una experiencia memorable. Uno de ellos es el vino blanco. Ligero, aromático y versátil, este vino no solo acompaña mariscos o aperitivos, sino que también puede ser el alma de muchas recetas con carácter y frescura.
Desde Freixenet, con décadas de experiencia en la elaboración de vinos, sabemos que un buen vino no solo se bebe, también se cocina. Por eso hoy te compartimos 5 recetas con vino blanco ideales para sorprender, para disfrutar del verano o simplemente para añadir un toque gourmet a tu día a día.
1. Mejillones al vino blanco con ajo y perejil
Una receta clásica del norte de Europa que ha conquistado paladares de todo el mundo. Los mejillones cocinados en una reducción de vino blanco, ajo fresco y perejil logran un equilibrio perfecto entre lo marino y lo herbal. El vino actúa como conductor del sabor, permitiendo que los matices del mar brillen sin resultar invasivos.
Consejo: usa un vino blanco seco con buena acidez como el Monólogo Verdejoo un Chardonnay. Aportan frescura sin endulzar el plato.
En el siguiente vídeo, te mostramos la receta completa:
2. Pollo al limón con salsa de vino blanco y tomillo
Ligero, aromático y reconfortante, este plato es ideal para una comida saludable sin renunciar al sabor. El vino blanco, como por ejemplo; el René Barbier blancoo el René Barbier Mediterranean blancoal reducirse, intensifica los cítricos del limón y suaviza la carne del pollo, creando una salsa cremosa sin necesidad de nata.
¿Cómo prepararlo? Dora muslos o pechugas de pollo, añade zumo de limón, vino blanco y un par de ramas de tomillo fresco. Cocina a fuego lento y deja que la magia ocurra.
En el siguiente vídeo, te mostramos la receta completa:
3. Pasta con gambas al ajillo y vino blanco
Perfecta para una cena rápida con invitados o un almuerzo ligero entre semana. Las gambas al ajillo ganan un nuevo nivel de profundidad cuando se desglasan con vino blanco, permitiendo que los sabores del marisco se integren mejor con la pasta y el aceite de oliva.
Maridaje sugerido: sirve esta receta con una copa del mismo vino blanco que usaste para cocinar. Un Sauvignon Blanc con notas cítricas realzará cada bocado.
En el siguiente vídeo, te mostramos la receta completa:
4. Salchichas al vino blanco
Este platillo, que es fácil de preparar, posee un toque jugoso que agradará al paladar de toda la familia. Puedes usar salchichas de ternera o cerdo, según tu preferencia. Con pocos ingredientes, este segundo plato es un éxito garantizado y se cocina rápidamente.
Ingredientes:
- 1 kg de salchichas
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- vino blanco (Paramus blanco seco)
- 2 hojas de laurel
- sal y pimienta
- aceite
Preparación:
- Sella las salchichas en la sartén caliente y retira.
- Cocina ajo y cebolla en aceite a fuego bajo por 15 minutos.
- Agrega harina y tuesta por 2 minutos.
- Incorpora vino blanco y laurel, mezcla y sube el fuego.
- Hierve y cocina las salchichas en la salsa por 15 minutos.
Por qué funciona: el vino blanco añade acidez y complejidad, equilibrando el dulzor natural de las verduras asadas.
En el siguiente vídeo, te mostramos la receta completa:
5. Peras al vino blanco con especias
No todo iban a ser platos salados. Esta receta es ideal como postre ligero y elegante. Las peras se cocinan lentamente en vino blanco con canela, vainilla y un toque de anís estrellado. El resultado es una fruta aromática y sedosa que puede servirse sola o con un toque de yogur griego.
Variedad recomendada: para esta receta, te recomendamos el Paramus blanco semi dulce, un vino que tiene un dulzor agradable y una acidez equilibrada, que combina perfectamente con la receta.
En el siguiente vídeo, te mostramos la receta completa:
En Club Cuvée creemos que la cocina, al igual que el vino, es una forma de compartir. Esperamos que estas recetas con vino blanco te inspiren a experimentar, a cocinar con calma y a disfrutar tanto del proceso como del resultado.
Y si te apetece explorar nuevas combinaciones, no olvides visitar nuestra sección de vino blanco, donde encontrarás propuestas ideales para hacer que tus comensales se maravillen con tus platos.
Preguntas frecuentes
¿Qué tipo de vino blanco es mejor para cocinar?
Depende del plato, pero como regla general, los vinos blancos secos como el Verdejo, el Sauvignon Blanc o el Chardonnay sin barrica funcionan bien. Aportan acidez, frescura y no dominan los sabores del resto de ingredientes.
¿Se puede usar cualquier vino blanco en la cocina?
No todos. Evita vinos dulces si no son específicos para postres, y descarta los vinos oxidados o pasados. Lo ideal es cocinar con un vino que tú mismo disfrutarás en la mesa. Si buscas opciones de calidad, revisa nuestrasúltimas novedades en cava y vinos.
¿Cuánto vino blanco se debe usar al cocinar?
Entre 100 y 200 mlaproximadamente suele ser suficiente para dar sabor sin ahogar el plato. Recuerda que el vino es un potenciador, no un ingrediente principal.
¿El alcohol del vino blanco desaparece al cocinar?
Sí, aunque no del todo. Cuanto más tiempo cocines el vino, más alcohol se evaporará. En una salsa que hierve varios minutos, la mayoría del alcohol se disipa, dejando solo los aromas y sabores.